martes, 10 de mayo de 2011

¿CÓMO NO FRACASAR COMO PEQUEÑO EMPRESARIO?

Una de las preguntas más frecuentes de los que en algún momento han pensado en convertirse en empresarios, o que ya lo han hecho, es cómo triunfar en el negocio. En la mayoría de casos, la respuesta está en la actitud y las decisiones del emprendedor y no de factores externos.



En muchos casos, los empresarios que fracasan tienden a hallar los culpables fuera de su gestión y rol dentro del negocio. Los bancos, los impuestos, el gobierno e incluso hasta los socios tienden a tener la culpa del fracaso empresarial, cuando de pronto los errores se originan por las decisiones de los mismos empresarios.
El empresario americano y escritor de varios libros de emprendimiento, Jay Goltz, encontró diez evidencias de por qué los pequeños empresarios fracasan. Algunos puntos pueden parecer evidentes, pero de ahí la importancia de evaluarlos para no llevar al fracaso las compañías.
1. Cuando no se realiza un estudio adecuado del mercado en el que se quiere emprender y resulta que no hay suficiente demanda para el producto o servicio a un precio que va a producir un beneficio para la empresa. Por ejemplo, una pequeña empresa que busque competir con un gigante como Best Buy y sus economías de escala.
2. Los propietarios de las pequeñas empresas, suelen ser obstinados, codiciosos, egoístas y aversos al riesgo de conflicto, producto de sus inseguridad. La idea no es suficiente para triunfar en un negocio, hay que reconocer los errores que se van cometiendo en el camino y corregirlos para no volverlos a cometer.
3. Éste podría ser la más triste de todas las razones para el fracaso, un negocio que se arruina por el exceso de expansión. Esto incluiría tratar de incursionar en nuevos mercados que no son tan rentables, o pedir prestado demasiado dinero en un intento de mantener el crecimiento a un ritmo particular. A veces menos es más.
4. No tener suficiente información contable y de los flujos de caja de la empresa. Así sea un negocio pequeño, no se puede tener control, si no sabe lo que está pasando. Con malos números, o sin números, una empresa se está administrando a ciegas. La contabilidad no es solo para los impuestos, estar enterado de los movimientos financieros de la compañía es una de las tareas de todos los empresarios.
5. Todas las empresas deben contar con un colchón de efectivo. Los negocios igual que la economía son cíclicos y algunas cosas malas pueden presentarse con el tiempo. La pérdida de un importante empleado, de un cliente, la llegada de un nuevo competidor, la presentación de una demanda, todas estas cosas pueden en algún momento de iliquidez estresar las finanzas de una empresa. Hay que estar preparado para imprevistos, pues muchas compañías no sobreviven a estos.
6. Por lo general un empresario no reconoce que su funcionamiento operativo sea mediocre. Hacer una evaluación objetiva de la compañía es fundamental para la mayoría de las empresas, más cuando se trata de comercializadoras. Mejorar los procesos de operación es clave para la rentabilidad e imagen de toda compañía.
7. A partir del anterior punto, se pueden encontrar ineficiencias como un pago muy alto por el arriendo de la oficina, mano de obra y materiales. Un empresario debe desarrollar la capacidad para negociar para disminuir los costos, que son el reflejo de la economía de hoy y pueden volver a una empresa normal en una altamente competitiva.
8. La falta de foco, visión, planificación, normas y todo lo que entra en una buena gestión, afectan el ambiente empresarial. Un buen empresario desecha los conflictos con sus socios o familiares. Este tipo de problemas y el funcionamiento de una compañía son una mezcla que garantiza el desastre.
9. La falta de un plan de sucesión, pueden trazar la línea del fracaso de una empresa. El nepotismo, las luchas de poder disminuyen la vida de una compañía. Los jugadores importantes, deben sustituirse por personas capacitadas y con una visión de largo plazo. Esta es una de las razones por las cuales muchas empresas familiares se acaban antes de llegar la siguiente generación.
10. Identificar y aceptar cuando se está en un mercado en retroceso, es de vital importancia para trazarse un plan para darle continuidad al negocio. Como ejemplo están las librerías, tiendas de música, los negocios de impresión y muchos otros. Al identificar en qué segmento del mercado se da el cambio de tendencia, se tomarán las medidas para mantenerlo e incursionar en esas nuevas tendencias.


“En la vida, es posible perdonar a los amigos y familiares, pero el espíritu empresarial rara vez se perdona. Al final, todo se muestra en la sopa. Si a la gente no le gusta su sopa, los empleados dejan de trabajar para usted, y los clientes dejan de hacer negocios con usted. Por eso que las empresas quiebran”, afirma Goltz.


maria elena garcia,
 gestion empresarial

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